Este es el lema que los centros vicencianos han elegido como centro de trabajo en la pastoral para este curso.
Nos marcamos como objetivo general educar en la sencillez, desarrollando actitudes y comportamientos de aceptación personal, confianza, verdad, transparencia, autenticidad, igualdad y participación, para responder a los desafíos de la sociedad con una mirada sencilla y sin dobleces. En definitiva, que nuestros alumnos asuman su cotidianidad con una mirada evangélica.
Que hay que aceptarse a uno mismo y a los demás, desde el respeto y el agradecimiento para crecer en sencillez.
Que deben buscarse espacios, momentos y experiencias que nos ayuden a crecer en corresponsabilidad y fomentar las relaciones sencillas y auténticas.
Que debemos impulsar gestos evangélicos que hagan visible nuestra opción cristiana por la austeridad y la cultura del cuidado al estilo de Vicente de Paúl.