¡ALÉGRATE, MARÍA. PORQUE TU HIJO HA RESUCITADO!

MARÍA, la que más se alegró por ser la que más sufrió.

¿Podemos imaginar cómo sería el encuentro de Jesús con su madre después de resucitar? ¿Cuánto AMOR habría en su abrazo?

Hoy, de nuevo, compartimos con María la alegría de saber que JESÚS HA RESUCITADO y que nosotros también resucitaremos.

Aprendamos de María a no perder la fe en que, a pesar de cualquier situación dolorosa que vivamos, siempre habrá RESURRECCIÓN.